Heridas emocionales

La manera en la que percibimos e interpretamos el mundo la aprendemos en la infancia, esto se debe a que nuestro ambiente, familia, contexto socioeconómico, cultural y las experiencias que vivimos dejan una huella en nosotros y por lo tanto en nuestra personalidad, por eso las heridas emocionales suelen surgir como distorsiones en la interpretación de la realidad, ya que los niños captan impresiones y sensaciones, pero no siempre las interpretan de la manera correcta, además hay situaciones que pueden llegar a ser realmente traumáticas como la pérdida de un familiar, abusos, malos tratos, entre otros y esto se verá reflejado en su vida adulta.
¿Cuáles son las necesidades emocionales básicas en la infancia que todos tenemos y es importante sean satisfechas por nuestros padres y/o cuidadores?
Apego seguro
Autonomía, competencia y sentido de identidad
Libertad para expresar necesidades y emociones válidas
Espontaneidad y juego
Límites realistas y autocontrol.


Una manera de entender cómo las heridas emocionales influyen en nuestra vida adulta y cómo podemos verlas reflejadas en nuestras conductas es a través del siguiente cuadro:

Por eso es importante entender que una herida emocional se forma cuando una persona sufre una experiencia percibida como negativa y todos elaboramos una serie de mecanismos de defensa para afrontar el sufrimiento que vivimos, sin embargo, aunque ellos nos sirvieron cuando éramos niños es muy probable que hoy en día han dejado de funcionar y nos dañan, por eso es hora de reinventarse.

Algunas señales que te pueden servir como indicador de que es necesario comenzar a sanar ¡Ya! esas heridas son:
Niveles elevados de ansiedad
Dificultad para generar o establecer relaciones afectivas
Problemas de sueño
Pensamientos obsesivos
Alto grado de inseguridad
Falta de regulación emocional
Recuerda que ser la mejor versión de ti mism@ es parte de un desarrollo constante y existen varias técnicas, estrategias cognitivas, conductuales y emocionales, así como profesionales calificados que pueden apoyarte a través de sesiones de terapia individual, grupal o mediante cursos y talleres que te permitan cambiar y ser el adulto que necesitabas cuando eras niñ@ y sobre todo el que los pequeños que dependen hoy de ti necesitan.

Si te interesa comenzar este proceso contáctame puedo atenderte en línea o sígueme en redes sociales ya que próximamente estaré abriendo talleres presenciales enfocados en este y otros temas que te serán de gran utilidad, además también cuento con una red de profesionales que pueden atenderte en la región en la que vives.
«Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas lo recuerdan».
Antoine de Saint-Exupéry. El Principito.