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La Procrastinación


¿Conoces la Fábula de la Cigarra y la hormiga?

Durante todo un verano, una cigarra se dedicó a cantar y a jugar sin preocuparse por nada. Un día, vio pasar a una hormiga con un enorme grano de trigo para almacenarlo en su hormiguero.

La cigarra, no contenta con cantar y jugar, decidió burlarse de la hormiga y le dijo:

—¡Qué aburrida eres!, deja de trabajar y dedícate a disfrutar.


La hormiga, que siempre veía a la cigarra descansando, respondió:

—Estoy guardando provisiones para cuando llegue el invierno, te aconsejo que hagas lo mismo.

—Pues yo no voy a preocuparme por nada —dijo la cigarra—, por ahora tengo todo lo que necesito.

Y continuó cantando y jugando.


Déjame explicarte que tiene que ver con este tema…


Etimológicamente, “procrastinación” deriva del verbo en latín procrastināre, postergar hasta mañana. Sin embargo, es más que postergar voluntariamente. La procrastinación también deriva de la palabra del griego antiguo akrasia, hacer algo en contra de nuestro mejor juicio. Mientras que para Piers Steel, un profesor de Psicología Motivacional en la Universidad de Calgary y el autor de The Procrastination Equation: How to Stop Putting Things Off and Start Getting Stuff Done significa “Es hacerse daño a uno mismo”.



La acción como tal de procrastinar nos hace sentir mal, es decir, cuando procrastinamos, no solo estamos conscientes de que estamos evadiendo la tarea o actividad en cuestión, sino también de que hacerlo es probablemente una mala idea. Y, aun así, lo hacemos de todas maneras.


La procrastinación por lo tanto no se debe a una falta de habilidad para administrar el tiempo,

sino una manera de enfrentar las emociones desafiantes y estados de ánimo negativos generados por ciertas tareas que nos producen aburrimiento, ansiedad, inseguridad, frustración, resentimiento y más.



Por ejemplo, tener que lavar el baño sucio o los trastes acumulados en el fregadero de la cocina pueden parecer actividades poco atractivas a comparación de revisar nuestra cuenta en Facebook o las fotos de a quienes seguimos en Instagram, sin embargo, también puede aparecer sentimientos más profundos relacionados con tener baja autoestima, sentir ansiedad o inseguridad. Por lo que, todo esto puede llevarte a pensar que hacer esas tareas o actividades pueden esperar “al fin que solo verás un par de videos o imágenes, ¿Qué tanto tiempo puede ser?”. pero esos sentimientos junto con culpabilidad estarán ahí cuando regreses a ellas.


Con el paso del tiempo, la procrastinación crónica tiene costos no solo en la productividad, sino efectos destructivos medibles en nuestra salud mental y física, algunos pueden ser: estrés crónico, angustia general psicológica y baja satisfacción con tu propia vida, síntomas de depresión, hábitos deficientes de salud, enfermedades crónicas e incluso hipertensión y enfermedades cardiovasculares.


Entonces, ¿Cuál es la raíz? ¿Qué lo causa?

Debemos darnos cuenta de que, en esencia, la procrastinación es un asunto de emociones, no de productividad. Es por ello que la solución implica no solo descargar una aplicación de gestión de tiempo o aprender nuevas estrategias de autocontrol. Tiene que ver con manejar o aprender a regular tus emociones de una manera diferente, y para ello puedes empezar con lo siguiente:


Date un espacio durante el día y hazte las siguientes preguntas de autorreflexión:

  • ¿Cómo lograría una persona exitosa completar la meta?

  • ¿Cómo te sentirías si no haces la tarea que se requiere?

  • ¿Cuál es el paso siguiente inmediato que necesitas hacer?

  • Si pudieras hacer una cosa para cumplir con tu objetivo a tiempo, ¿cuál sería?

Jason Wessel llama a esta metodología la Teoría de la motivación temporal, y te permite a través

de preguntas simples reflexionar en puntos que se centran en las raíces psicológicas del problema, ya que concentrarte en las cosas que realmente importan en tu vida será el aliciente para realizarlas.




Así es entonces que vivir y disfrutar es una combinación entre la Cigarra y la Hormiga aprendiendo a equilibrar la realización de nuestros proyectos personales con espacios para disfrutarlos sintiéndonos orgullosos de nosotros mismos y lo que estamos logrando.

Recuerda: Un poco de concentración, puede ser de gran ayuda para aumentar tu perseverancia, organización y eficiencia, de modo que tengas más tiempo para dedicarlo a las cosas que realmente importan.

Te invito a leer más sobre otros temas que tengo en este Blog para ti y que te ayudarán a seguir aprendiendo como: ¿Qué son los estilos de afrontamiento?, Inteligencia Emocional, Claves para aumentar tu autoestima, entre otros.


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