Se el adulto que necesitabas cuando eras niño.
Existen una serie de necesidades emocionales básicas que mientras crecemos se espera que nuestros padres o nuestros cuidadores nos ayuden a satisfacer. Sin embargo, muchas veces las personas a cargo de nuestro desarrollo no poseen esas habilidades y si revisamos un poco más a fondo en ocasiones nos encontramos con que sus padres y los padres de estos tampoco lograron satisfacer esas necesidades, en consecuencia, será difícil hacerlo por nosotros mismos y con los hijos si no sabemos ¿Cuáles son esas necesidades emocionales? ¿En qué consiste cada una de ellas? Y lo más importante ¿Cómo podemos satisfacerlas?
Por eso en este artículo te explicare algunas experiencias que nos ocurren al no contar con las habilidades y competencias necesarias, cuáles son las necesidades emocionales y cómo puedes cubrirlas para mejorar tu calidad de vida y cambiar el ciclo si planeas o tienes hijos.
Algunos experiencias que se pueden generar al no atender estas necesidades son:
Cuando los padres o cuidadores son fríos en su relación y trato para con los niños, es común que no los escuchen o que la mayoría de las ocasiones antepongan sus necesidades personales antes que las del infante. Ver la televisión, descansar, salir o hablar con otras personas sin destinar tiempo de calidad a la relación con sus hijos, es algo que cuando se es mayor se refleja en poco cuidado de sí mismos en varios aspectos como alimentación, descanso, relaciones de pareja, sentimiento de soledad y abandono, etc.

2. Supongamos que un padre le dice a su hija que pasará a recogerla a la hora de la salida de la escuela y por temas de trabajo olvida este compromiso que creo con ella y llega dos horas tarde, al verla enojada esperando le dice “ discúlpame, pero ya estoy aquí, quita esa cara no sabes como me fue en el trabajo, etc” y si su hija continua enojada él puede contestar “ya ves nunca hago nada bien y ya vas a andar con tu carota, ya bájale no pasa nada” Lo que sucede aquí es que en ningún momento se le permitió a la hija expresar sus emociones y sus pensamientos, por el contrario el padre invalida el suceso y todo lo referente a él, se victimiza a sí mismo generando desconfianza en lo que se acordó y la hija puede llegar a calificar el evento como injusto y que se está abusando de sus derechos. Lo cual se vera reflejado en comportamientos posteriores.

3. En algunos casos existe la creencia de que “estar gordito es sinónimo de ser sanito” lo cual es incorrecto, el exceso de comida lo único que provoca además de una mala alimentación y problemas físicos es compensar a través de comida la emoción de alegría, por lo que para este niño la única manera de sentirse “satisfecho” que conoce es a través de la comida y por lo tanto la asocia a “sentirse feliz”.

4. Otro ejemplo son los niños que no han logrado generar empatía por otros debido a que las creencias inculcadas son que “ellos son superiores a los demás” por lo crecen pensando en que los demás están para servirles, que merecen ciertas cosas o privilegios por el hecho de existir sin esforzarse, y esto se ve reflejado en los ambientes laborales con compañeros, jefes o mandos medios poco interesados en el trabajo en equipo y logros en conjunto, enfocados solo en brillar ellos e incluso se cuelgan “las medallas de otros”.

5. En ocasiones los niños pueden identificarse de manera selectiva con pensamientos, emociones, experiencias y conductas negativas de los padres, por ejemplo, sí mamá está deprimida el niño interioriza lo que ve, escucha, percibe y siente con respecto a este tema lo cual es altamente destructivo predisponiendo a crecer deprimido, lo mismo sucede con el consumo de sustancias legales e ilegales.

Todos estos ejemplos anteriores nos hablan de un tema en común la falta de satisfacción de las necesidades emocionales las cuales son:
- Apego seguro
- Autonomía, competencia y sentido de identidad
- Libertad para expresar necesidades y emociones
- Espontaneidad y juego
- Limites realistas y autocontrol
Por lo tanto, algunas de las herramientas que te sugiero para ayudarte a nutrir esta parte que no fue cubierta en tu infancia pueden ser:
- Inteligencia Emocional
- Autoconocimiento y Autoestima
- Asertividad
- Manejo de estrés
- Comunicación efectiva
- Habilidades de escucha activa y empatía
Puedes adquirirlas a través de talleres o cursos prácticos donde conozcas más sobre ellas y las practiques con técnicas y estrategias que puedas aplicar en tu vida cotidiana. Leer e informarte a través de libros, revistas, artículos ya sea físicos o electrónicos, así como páginas web verídicas e información confiable que te brinden la oportunidad de mejorar y seguir aprendiendo.

“Deberíamos tratar de ser los padres de nuestro futuro
en lugar de los descendientes de nuestro pasado”
Miguel de Unamuno.